¿Por qué vivir deprisa?
La única manera es disfrutando
Y, ¿por qué no?
Nota como no digo con prisa.
A pesar de que deprisa procede etimológicamente de la combinación de “de + prisa”, no tiene esa connotación negativa como “con prisa”.
Vivir “con prisa“ es vivir atropelladamente. Sin pararse a disfrutar. Sin paladear.
Vivir “deprisa“ es vivir aprovechando las oportunidades según llegan. Disfrutando de lo que se nos presenta delante de nosotros en cada momento.
No lo dejes para más adelante.
Hazlo.
Aquí.
Ahora.
Todo se puede ir a la mierda de un día para otro. De un minuto para otro.
Parafraseando a Ric Elias, “Yo no colecciono vinos malos porque si el vino está listo y la persona está ahí, lo abro“. Al final de este post, te dejo una de las charlas motivacionales que más me ha aportado jamás. Son 5 minutos de oro puro.
Pero, ¿qué quiere decir exactamente esto?
Simple y llanamente, que no pospongas las cosas indefinidamente.
Hazlas.
Aquí.
Ahora.
Vive deprisa.
Una palabra de precaución, sin embargo. Disfruta de lo que haces. No hagas la foto por el mero hecho de hacerla y compartirla. O por marcar una casilla más en tu “lista de cosas que hacer una vez en la vida“. Interioriza todo aquello que experimentes y que merezca la pena ser vivido. Que merezca la pena el tiempo que inviertes en ello.
Haz las cosas con una intención.
Pero hazlas. Deprisa.
Creo que ya has pospuesto demasiado ese viaje, ese restaurante, ese beso, ese pedir perdón.
Si tarde o temprano lo vas a hacer, ¿por qué no lo haces ya?
Déjate de excusas. Las excusas son solo artimañas que nos inventamos y que frenan el deseo de llevar a cabo eso que tanto tiempo habías querido hacer.
Vive deprisa.
Identificar los enemigos que provocan que sigamos posponiendo indefinidamente los elementos de nuestra “lista de cosas que hacer una vez en la vida“ puede ser complicado.
Pereza. Mal tiempo. Hijos. Cansancio. Perro. Ahorrar. Hipoteca. Jefe. Dinero. Trabajo. Pareja.
La lista es muy personal y subjetiva a cada uno de nosotros. Pero muchos elementos pueden ser comunes. Y entiendo que algunas de las excusas tienen más peso que otras.
Pero, ¡cuidado! Son tan excusas como tú quieras que lo sean. Recuerda que todo depende del enfoque que le quieras dar.
Con el temor de caer en un tópico, hoy en día vivimos a través de una pantalla.
¡Vivimos a través de los ojos de otros!
Y la oportunidad de vivirlo nosotros mismos, está al alcance de todos. En mayor o menor medida. Pero al alcance de todos. Y la oportunidad de hacerlo nos puede ser arrebatada en cualquier momento.
La vida es demasiado corta para vivirla sobre la base de “dejarlo para otro momento“. La vida puede ser demasiado bonita como para no vivirla a tope.
Decora tu vida con las mejores experiencias.
Tacha elementos de tu lista. Deprisa. Hasta que los taches todos. No temas quedarte sin ellos. Y si lo haces, crea más.
Crea nuevas listas. Y consúmelas tan deprisa como te sea posible.
Descorcha botellas de vino.
En el momento que, por una necesidad imperial, no seas capaz de seguir tachando más, te arrepentirás. Mirarás atrás culpándote del tiempo perdido. De las oportunidades desaprovechadas. De las ocasiones sacrificadas por el “ya lo haré”.
Vive sin prisa.
Pero vive deprisa